viernes, 7 de junio de 2013

Crónicas de un soñador con destino a LUZ



Crónicas de un soñador con destino a LUZ
  Como un desesperado grito a centímetros del oído la inminente alarma decide dar inicio a su terrorífico trabajo, no  existe antídoto alguno contra la dosis  de estrés que este desesperado momento sembró.
Inconsciente y con ojos bajo efectos de la melatonina los estruendosos pensamientos deprimentes no tardan en llegar haciendo eco en todas las razones por las cuales la vida no tiene sentido alguno, si, el subconsciente haciendo de las suyas; aún así es el mejor aliado.
Se visualiza en la pantalla de aquel ser infernal el comodín para aposentar por un momento los efectos del veneno, no se logra descifrar a cierto lo que dice, “Posponer”, “5 Minutos después”, nunca nadie se dio la tarea de leerlo, sin pensarlo y tan natural como un estornudo presiona el botón de gloria, gloria breve que logra darnos consuelo por  algunos segundos y como quien comanda da orden a nuestra nave a zarpar al destino LUZ. 

La segunda estación no se hace esperar el reloj es poco piadoso, es en ella es donde los pensamientos deprimentes son transformados en tonterías producto del sueño, nada más que eso, son comprimidos de manera que se puedan soltar al menos unas carcajadas a diario. Como en cualquier digno hogar marabino el calentador está ausente, si alguien una vez se pregunto él porque tenemos tanta chispa en ésta ciudad no se atrevan a dudar que el agua fría nos cause algún efecto especial.  Decidir que ropa usar cada día nos importa menos, básicamente es el reloj quién nos viste tal cual diseñador de modas, en proporción al tiempo que se disponga. 

A menudo en los hogares hay una mamá o achacosa abuela  que luego de quejarse de algún dolor, recordarte las medias sucias bajo la cama, justifica con política la ausencia de las arepas “Mijo, la vaina está difícil… Tu padre no consiguió Harina, toma para que desayunéis en la universidad  con una “Bendición mamá”  se da por iniciado el recorrido incierto que cada día es menos predecible.

La estrella del equipo de los malvados, El Reloj,  sin piedad  nos trae a memoria que tener el privilegio de tomar la ruta universitaria nos costaría una hora menos del tan necesario sueño, además de las multas por hacer uso de una especie en peligro critico de extinción como lo es ese tipo de transporte.   Restándole otra carcajada a la risa de hoy  se hace presente la necesidad de usar el sistema de transporte de la ciudad, para aplacar el miedo que genera ésta realidad se descarta por completo la posibilidad de trasportarse en Bus, síndrome por Robo express. Como  viajar en el tiempo aparece entre rayos de sol aquel Malibú año 78, color negro, extrañamente en buenas condiciones en comparación con las otras opciones un sueño hecho realidad.
¡Aguarden!

El conductor rompe sueños sacó su mano indicando que solo cinco afortunados tienen el privilegió de alimentar su glamur, no obstante las otras opciones se hacen presentes, ahora si, como viaje al pasado la flota de autos de  los años 60, 70 y 80 esperan por alguna víctima,  restando así otra carcajada a la sonrisa de hoy.
 Se observa con facilidad desde la puerta como el sistema de aire natural, (puertas sin vidrio) tiene un hedor particular que en cuestión de segundos acaba con el perfume que, con descuentos quincenales costó el 45% del sueldo mínimo  de un universitario, condenado a graduarse en 7 años por disponer de un trabajo.  De repente la vista no le es tan clara, un breve mareo es el aviso a que se ha aspirado la dosis máxima de gasolina por día, mientras se viaja en un carrito. 

El conductor reduce la velocidad, mientras se deja ver un funcionario del estado que cortésmente deja deja salir un “Buenos días”… Y en una estrechada de manos del conductor a la autoridad civil se dejan ver los billetes que justifican su carga y por supuesto las tos que genera el contrabandeo del deseado combustible en los pasajeros,  en ocasiones se levanta la protesta en alguno que otro asmático que viaja con toda su familia y cada uno tiene bolsas por 3kg de Harina, que curioso, a algunas madres está mañana no les fue posible hacer arepas. 

─ Señor frente a La Universidad del Zulia me deja por favor. ¿Cuánto le debo?
Son bolívares cantidad: Lo legal + Bsf 2 adicionales dada la situación. (Lo justifica con política)

Frente al portón de nuestra ilustre casa de estudios, los sentimientos se hacen presentes  el notable deterioro y en ocasiones  portones cerrados en obediencia a la justicia que clama a gritos un #SOSLUZ,
“Ante la injusticia el derecho a protesta cobra vida en esperanza”

Artículo: Adonys Sandoval, 19 años.
Estudiante de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales. 
Escuela de Administración.